¿En qué orden juran y votan los cardenales en el cónclave y por qué?
- Las diferencias entre cardenales obispos, presbíteros y diáconos son principalmente históricas y honoríficas
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La distinción honorífica entre cardenales obispos, cardenales presbíteros y cardenales diáconos —además de la antigüedad en el nombramiento cardenalicio— sirven para la organización interna del cónclave a la hora de configurar las procesiones litúrgicas, el juramento previo a la elección del nuevo papa y el orden de votación en el cónclave.
Una vez que todos los cardenales electores se encuentren en la Capilla Sixtina, cada uno de ellos leerá la fórmula del juramento en voz alta siguiendo el grado del orden sacerdotal y atendiendo a su antigüedad en el cardenalato. Luego, cada cardenal elector se acercará al libro de los Evangelios. Cada cardenal colocará su mano sobre los Evangelios y pronunciará la siguiente fórmula: "Y yo, N. Cardenal N., prometo, me obligo y juro". Inmediatamente después, manteniendo su mano sobre los Evangelios, añadirá: "Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano".
La razón de este juramento y su orden radica en la importancia y la solemnidad del acto de elección del Romano Pontífice. El juramento es un acto solemne ante Dios que compromete a cada cardenal a cumplir fielmente con las normas y procedimientos del cónclave, tal como se establecen en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis.
Los títulos de cardenal obispo, cardenal presbítero y cardenal diácono tienen su origen en la historia de la Iglesia en Roma y reflejan una distinción de honor y función, aunque hoy en día las diferencias prácticas son menos significativas y más honoríficas, especialmente en lo que respecta a la elección del nuevo papa en el cónclave donde todos los cardenales electores tienen los mismos derechos, sin distinción de procedencia, edad o experiencia cardenalicia.
La designación de un nuevo cardenal es una decisión completamente personal del papa. Una vez que el sucesor de Pedro ha tomado la decisión de nombrar a alguien cardenal, anuncia públicamente los nombres de los elegidos. El momento formal en el que se les otorga este título especial es durante una ceremonia significativa llamada Consistorio.
En este acto, el papa realiza gestos simbólicos importantes: les coloca sobre la cabeza un birrete de color rojo, un sombrero distintivo que representa su total dedicación a la Iglesia, incluso hasta el punto de estar dispuestos a dar la vida por ella si fuera necesario. También les entrega un anillo, que simboliza su fuerte vínculo con la Iglesia de Roma y su unión con el papa. Además, a cada nuevo cardenal se le asigna una iglesia simbólica en la ciudad de Roma, lo que establece una conexión espiritual con la diócesis de la que el papa es el obispo.
Los tres grados del orden sacerdotal
En la Iglesia Católica, el sacramento del Orden tiene tres grados distintos, cada uno con sus propias funciones y responsabilidades. El primer grado es el diaconado. Los diáconos son ministros ordenados no para el sacerdocio, sino para el servicio. Su ministerio se centra en la caridad, la proclamación de la Palabra de Dios (pueden leer el Evangelio y predicar), la asistencia en la liturgia (por ejemplo, ayudando en la distribución de la Comunión y asistiendo en el altar), y la administración de ciertos sacramentales como el Bautismo y el Matrimonio (con delegación). Los diáconos son un signo de Cristo Siervo y están llamados a servir a la comunidad cristiana y al mundo, especialmente a los más necesitados. Pueden ser diáconos transitorios (hombres en camino al sacerdocio) o diáconos permanentes (hombres que son ordenados diáconos de por vida, pudiendo estar casados antes de su ordenación).
El segundo grado es el presbiterado, también conocido como sacerdocio. Los presbíteros (sacerdotes) son colaboradores del obispo y están unidos a él en el sacerdocio. Su función principal es la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, en la que actúan in persona Christi capitis (en la persona de Cristo Cabeza). También tienen la responsabilidad de predicar el Evangelio, pastorear a la comunidad cristiana que se les confía, administrar otros sacramentos como la Confesión y la Unción de los Enfermos, y guiar espiritualmente a los fieles. Los presbíteros ejercen su ministerio bajo la autoridad del obispo y forman con él un único presbiterio.
Finalmente, el tercer grado es el episcopado, que constituye la plenitud del sacramento del Orden. Los obispos son los sucesores de los Apóstoles y tienen la responsabilidad de gobernar, enseñar y santificar la Iglesia particular (diócesis) que se les confía. Como pastores, guían a su grey, velan por la pureza de la fe y la disciplina eclesiástica, y celebran los sacramentos para su pueblo. Además, como miembros del Colegio Episcopal, junto con el papa (sucesor de Pedro), tienen la responsabilidad de la Iglesia universal. Solo los obispos tienen la potestad de conferir el sacramento del Orden, ordenando nuevos diáconos, presbíteros y obispos, asegurando así la continuidad de la sucesión apostólica.
¿Por qué existen estas categorías entre los cardenales?
La existencia de estos tres órdenes de cardenales tiene raíces históricas ligadas a la organización de la Iglesia en Roma. Al principio, los cardenales eran esencialmente el clero principal de la diócesis de Roma, y estas categorías reflejaban sus diferentes roles y responsabilidades dentro de esa estructura local.
Con el tiempo, a medida que la influencia de los cardenales se extendió a la Iglesia universal, estas distinciones se mantuvieron, evolucionando hacia rangos de honor y precedencia dentro del Colegio Cardenalicio. Aunque todos los cardenales tienen la misma responsabilidad fundamental de asesorar al papa y elegir a su sucesor, el mantenimiento de estos órdenes históricos subraya la conexión del Colegio Cardenalicio con la diócesis de Roma, de la cual el papa es el obispo.
De este modo podemos colegir que los cardenales obispos eran originariamente los obispos de las siete diócesis suburvicarias (alrededor de Roma: Ostia, Albano, Frascati, Palestrina, Porto-Santa Rufina, Sabina-Poggio Mirteto y Velletri-Segni). Tenían una responsabilidad particular en el gobierno de la Iglesia de Roma. Con el tiempo, a este grupo se añadieron los patriarcas de las Iglesias orientales católicas.
En cuanto a los cardenales presbíteros, podemos decir que eran los sacerdotes a cargo de las iglesias titulares más importantes de Roma. Representaban al clero de la ciudad. Y los cardenales diáconos eran los que servían en las regiones de Roma y se encargaban de las obras de caridad y la administración.
El orden del juramento en el cónclave de los cardenales se basa principalmente en la antigüedad de su creación como cardenal, comenzando por los cardenales obispos, seguidos por los cardenales presbíteros y finalmente los cardenales diáconos, dentro de cada orden la antigüedad determina la precedencia. Tradicionalmente, los cardenales diáconos solían ser aquellos que ocupaban altos cargos en la Curia Romana y no tenían una diócesis residencial. Sin embargo, esta distinción se ha vuelto menos rígida.
Secreto absoluto o excomunión
Un elemento fundamental del juramento es la promesa de mantener un secreto absoluto sobre todo lo relacionado con la elección, tanto dentro como fuera del cónclave. Esto busca garantizar la libertad de los cardenales electores, protegiéndolos de presiones externas o internas y fomentando un discernimiento sincero en la elección del nuevo papa. La violación de este secreto conlleva la pena de excomunión latae sententiae (automáticamente deja de pertenecer a la Iglesia Católica). Los cardenales también juran que el elegido desempeñará fielmente el munus petrinum (el oficio de Pedro) como pastor de la Iglesia universal y defenderá los derechos espirituales y temporales de la Santa Sede.
El orden de precedencia al prestar el juramento subraya la jerarquía dentro del Colegio Cardenalicio y asegura un proceso ordenado y respetuoso. Este juramento realizado en un orden específico es un acto ritual con el que la Iglesia busca asegurar la integridad, la confidencialidad y la legitimidad del proceso de elección del nuevo papa, comprometiendo a los cardenales bajo juramento ante Dios a cumplir con sus responsabilidades de manera consciente y fiel.
Los 133 cardenales jurarán en este orden
Orden de los obispos
1. Parolin Pietro
2. Filoni Fernando
3. Tagle Luis Antonio
4. Prevost Robert Francis
Cardenal Patriarca de Rito Oriental
1. Sako Louis Raphaël I
Orden de los presbíteros
1. Puljić Vinko
2. Turkson Peter Kodwo Appiah
3. Bozanić Josip
4. Barbarin Philippe
5. Erdö Péter
6. Ryłko Stanisław
7. Robles Ortega Francisco
8. DiNardo Daniel Nicholas
9. Scherer Odilo Pedro
10. Sarah Robert
11. Burke Raymond Leo
12. Koch Kurt
13. Nycz Kazimierz
14. Patabendige Don Albert Malcolm Ranjith
15. Marx Reinhard
16. De Aviz João Braz
17. Collins Thomas Christopher
18. Eijk Willwm Jacobus
19. Betori Giuseppe
20. Dolan Timothy Michael
21. Woelki Rainer Maria
22. Harvey James Michael
23. Baselios Cleemis (Thottunkal)
24. Műller Gerhard Ludwig
25. Nichols Gerard Vincent
26. Brenes Solórzano Leopoldo José
27. Lacroix Gérald Cyprien
28. Kutwa Jean-Pierre
29. Tempesta Orani João
30. Poli Mauro Aurelio
31. Ouédraogo Nakellentuba Philippe
32. Langlois Chibly
33. Clemente Manuel
34. Souraphiel Berhaneyesus Demerew
35. Dew John Atcherley
36. Bo Charles Maung
37. Kovithavanij Francis Xavier Kriengsak
38. Montenegro Francesco
39. Sturla Berhouet Daniel Fernando
40. Gomes Furtado Arlindo
41. Mafi Soane Patita Paini
42. Nzapalainga Dieudonné
43. Osoro Sierra Carlos
44. Da Rocha Sérgio
45. Cupich Blase Joseph
46. De Kesel Jozef
47. Aguiar Retes Carlos
48. Ribat John
49. Tobin Joseph William
50. Omella Omella Juan José
51. Arborelius Anders
52. De Donatis Angelo
53. Coutts Joseph
54. Dos Santos Marto António Augusto
55. Tsarahazana Désiré
56. Petrocchi Giuseppe
57. Maeda Thomas Aquino Manyo
58. Suharyo Hardjoatmodjo Ignatius
59. García Rodríguez Juan de la Caridad
60. Ambongo Besungu Fridolin
61. Hollerich Jean-Claude
62. Ramazzini Imeri Álvaro Leonel
63. Zuppi Matteo Maria
64. López Romero Cristóbal
65. Kambanda Antoine
66. Gregory Wilton Daniel
67. Advincula Jose Fuerte
68. Lojudice Augusto
69. Aveline Jean-Marc
70. Okpaleke Petere Ebere
71. Steiner Leonardo Ulrich
72. Do Rosario Ferrão Filipe Neri António Sebastião
73. McElroy Robert Walter
74. Do Carmo Da Silva Virgilio
75. Cantoni Oscar
76. Poola Anthony
77. Costa Paulo Cezar
78. Goh William Seng Chye
79. Martínez Flores Adalberto
80. Marengo Giorgio
81. Pizzaballa Pierbattista
82. Brislin Stephen
83. Rossi Ángel Sixto
84. Rueda Aparicio Luis José
85. Ryś Grzegorz
86. Mulla Stephen Ameyu Martin
87. Cobo Cano José
88. Rugambwa Protase
89. Francis Sebastian
90. Chow Sau-yan Stephen
91. Bustillo François-Xavier
92. Alves Aguiar Américo Manuel
93. Castillo Mattasoglio Carlos Gustavo
94. Bokalic Iglic Vicente
95. Cabrera Herrera Luis Gerardo
96. Chomalí Garib Fernando Natalio
97. Kikuchi Tarcisio Isao
98. David Pablo Virgilio Siongco
99. Nemet Ladislav
100. Spengler Jaime
101. Bessi Dogbo Ignace
102. Vesco Jean-Paul
103. Mathieu Dominique Joseph
104. Repole Roberto
105. Reina Baldassare
106. Leo Frank
107. Bychok Mykola
108. Battaglia Domenico
Orden de los diáconos
1. Mamberti Dominique
2. Zenari Mario
3. Farrell Kevin Joseph (Camarlengo)
4. Krajewski Konrad
5. Mendonça de José Tolentino
6. Czerny Michael
7. Grech Mario
8. Semeraro Marcello
9. Gambetti Mauro
10. Roche Arthur
11. You Heung-Sik Lazzaro
12. Gugerotti Claudio
13. Fernández Víctor Manuel
14. Tscherrig Emil Paul
15. Pierre Christophe
16. Fernández Artime Ángel
17. Makrickas Rolandas
18. Radcliffe Timothy Peter Joseph
19. Baggio Fabio
20. Koovakad George Jacob