Robert Prevost, el papa estadounidense del otro lado del muro de Trump
- Oriundo de Chicago, ha hecho historia este jueves al convertirse en el primer pontífice estadounidense y agustino
- DIRECTO: sigue la última hora sobre la elección del nuevo papa
"Juntos tenemos que ser una Iglesia misionera, que construya puentes y diálogos". El nuevo papa, León XIV, se ha presentado por primera vez ante los miles de espectadores de la plaza de San Pedro con un mensaje de unidad y concordia, un preludio del papel que busca ejercer al frente de la Iglesia Católica en medio de un contexto mundial convulso.
Robert Francis Prevost Martínez, oriundo de Chicago, ha hecho historia este jueves al convertirse en el primer pontífice estadounidense y agustino. Su nombre aparecía en las quinielas, pero no era uno de los favoritos ni siquiera en su propio país. Era su compatriota Timothy Michael Dolan, el arzobispo de Nueva York, quien ganaba más protagonismo, respaldado públicamente por el presidente estadounidense, Donald Trump.
El nuevo papa procede, precisamente, del cuarto país del mundo con más católicos, pero donde la Iglesia está dominada por el ala más ultraconservadora, que aboga por postura rígidas y doctrinales muy alejadas de los mensajes aperturistas del pontificado de Francisco.
Allí ha cobrado fuerza la influencia del que fuera estratega de Donald Trump en 2016, Steve Bannon, entre los líderes religiosos del país; o el vicepresidente JD Vance, que mantuvo fuertes discrepancias teológicas con Francisco sobre el concepto de caridad cristiana, que en el fondo trataba sobre la política migratoria. De hecho, Trump manifestó en varias ocasiones su preferencia por el conservador Dolan frente a otros candidatos menos próximos a sus opiniones.

Una figura de contrapeso frente al Gobierno de Trump
Pero los cardenales han optado en este nuevo cónclave por un cardenal que permita la continuidad –aunque se espera que sea más conservador que su predecesor– y con una trayectoria que le han erigido en una figura de contrapeso frente a la Administración norteamericana, que está marcando el paso de los cambios geopolíticos con medidas como la guerra de aranceles, el apoyo al Gobierno israelí en el conflicto en la Franja o su papel de mediación en la guerra en Ucrania. En este contexto, surge la incógnita de cómo será la relación diplomática con EE. UU. por parte del nuevo papa, que además de líder religioso será jefe de Gobierno de un pequeño pero poderoso Estado.
A lo largo de su trayectoria, León XIV ha sido muy vocal acerca de su posición sobre asuntos como las desigualdades sociales y la migración, en los que comparte visión con Francisco. No solo ha puesto en valor la carta que su predecesor envió a los obispos de EE.UU. denunciando las deportaciones masivas ordenadas por el Gobierno de Trump y pidiendo "no ceder ante las narrativas que discriminan", sino que tampoco ha dudado en cuestionar los postulados del mandatario y de su 'número dos'.
"Vance está equivocado: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás", escribió el pasado 3 de febrero en una publicación de X. En la publicación compartió un artículo del National Catholic Reporter en el que se rebatía duramente al vicepresidente, que había defendido una suerte de jerarquía del amor hacia el prójimo en la que se diera "prioridad" a la "familia" o a "la comunidad" más próxima frente "al resto del mundo", en un claro argumento en contra de la migración. Y, aunque no es muy activo en esta red social, el ahora papa León XIV suele hacerse eco de las opiniones de algunos religiosos, como la del escritor católico Rocco Palmo, que cuestionaba la defensa de Trump ante el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, de la deportación a prisiones de El Salvador.
Más allá de sus críticas, León XIV es considerado un hombre que trabaja en pro "del diálogo" y que podría ejercer un papel diplomático. "En el discurso que ha dado ha dicho que hay que tender puentes y unidad. Es fundamentalmente un hombre integrador, tranquilo, sereno, discreto (...) Creo que el diálogo puede ser lo más importante en este momento", ha manifestado en TVE el antiguo secretario general de la orden de los agustinos, Miguel Ángel Martín Juárez, que ha considerado a Prevost como "un hombre con carácter perfectamente indicado para este momento, que es un poco convulso".
"[Prevost] es a la vez oposición al Gobierno americano y consideración por los criterios geopolíticos", ha declarado por su parte a la agencia AFP el director del Observatorio geopolítico de la religión, François Mabille. "Y es también, tanto por la elección de su nombre León XIV, como por su origen misionero, un vínculo que se establece con América Latina, donde vivió", ha añadido.
Puente entre el sur y el norte
Aunque Latinoamérica perdió con la muerte de Francisco al primer papa que llevó la Iglesia de la 'periferia' sur a lo más alto del Vaticano, ahora han visto cómo el que fuera obispo de Chiclayo se erige en el nuevo pontífice. Tras ordenarse sacerdote en 1982, con 28 años, fue enviado al que se convertiría en su segundo país, Perú, donde fue obispo en Chiclayo hasta 2023. En su discurso de presentación, León XIV ha lanzado un guiño a la comunidad en la que trabajó durante dos décadas con unas palabras en español y recordando al que fue "un pueblo fiel que ha acompañado a su obispo y ha compartido su fe".
Considerado un hombre de carácter tranquilo y clasificado como moderado, ha desarrollado gran parte de su trayectoria como misionero en Perú. Una trayectoria que sirve como punto de unión entre el norte y el sur del continente americano. Con raíces maternas españolas, se desplazó desde una de las ciudades más modernas y bulliciosas de Estados Unidos hasta el país andino para trabajar de manera cercana con los sectores más desfavorecidos. "Un obispo no debe ser un principito sentado en su reino, debe estar cerca de la gente a la que sirve y caminar con ellos, sufrir con ellos", dijo en 2024 a Vatican News.
Tras un lustro peruano, en 2023 el pontífice argentino le llamó a Roma para hacerle cardenal y nombrarle prefecto del Dicasterio para los Obispos, el ministerio vaticano que elige a los monseñores de todo el planeta.
Con esta trayectoria, el director de Ecclesia, Francisco Otero, define a León XIV como "el puente entre dos mundos". "Latinoamérica y Estados Unidos. El norte y el sur. Tiene experiencia en Europa y de gobierno. En todo este abanico de cualidades que tiene de la realidad que ha vivido, es por donde los cardenales han visto en él al nuevo papa", ha expuesto en el Canal 24 horas, donde además ha destacado la elección de su nombre, recordando que el anterior papa nombrado como León "abrió la iglesia a la modernidad, a la relación con los Estados y medió en conflictos".
"Ese bagaje le va a ayudar a ejercer el ministerio que le toca ahora", ha continuado Otero, que ha catalogado al pontífice como una persona "de consenso, una tercera vía" frente a la división.
Por su parte, el director de Caridades Católicas en San Antonio, Antonio Fernández, ha señalado a la agencia EFE que esta "es una oportunidad única y una decisión muy inteligente por parte de los cardenales de conectar al mundo latino con EE.UU.". A su juicio, el nuevo papa podrá servir de intercesor. "A lo mejor puede hablar con Trump e intentar convencerlo de (...) abrir los servicios a todas las personas en este país, en especial a los pobres y los migrantes", ha señalado.